Muchos pensarían que para ser técnico del Necaxa se necesita una gran dosis de locura, sin embargo, esta teoría no aplica con Sergio Bueno, quien además de sentirse “muy conciente y saber dónde está parado”, tomar las riendas de un equipo con problemas de descenso, es algo muy común, pues esa ha sido la constante durante toda su carrera como entrenador.
No por algo, en sólo cuatro partidos encontró las piezas del rompecabezas que su antecesor, Daniel Brailovsky, quien perdió la misma cantidad de partidos dirigidos, situación que repercutió en la tabla del descenso.
“Estoy muy conciente de saber dónde estoy parado, del compromiso que acepté, a dónde tengo que llegar y los caminos que tengo que transitar para llegar a ese punto, pero a simple vista sí se ve un tema medio descabellado, parecería que alguien con cierto grado de inconciencia o de locura sería capaz de aceptar una situación de esta naturaleza, pero no dudo que hayan otros entrenadores que hubieran aceptado este proyecto”, afirma en entrevista telefónica con RÉCORD.
Sin animo de restarle importancia a sus méritos, como lograr la permanencia en Primera División del Atlético de Celaya y Jaguares, Bueno admite que a su carrera profesional le falta un elemento que define la competitividad de un técnico: un título de campeón.
“Las vivencias que he tenido de cierta forma me han marcado, pero creo que para lograr esa relevancia necesito un título en Primera División, pues en México te califican por ser campeón. Yo conseguí uno en la Primera A, nos salvamos en dos oportunidades del descenso con el Atlético Celaya y con Jaguares, me ha tocado estar en Liguillas con Atlas y Santos”.
Sin embargo, sabe que como en la vida, en el futbol hay que morir en la lucha por tratar de conseguir todo, por ello, evita que lo etiqueten “como el salvador”, pues aunque en poco tiempo los resultados han llegado, “el camino aún es largo”.
“Creo que es una parte fundamental hacerle conciencia al plantel de que está sumido en una verdadera crisis, y sobre todo, provocar en el grupo una respuesta favorable, de luchar y de hacer el intento de salir de esta situación con pasos firmes”.
Acostumbrado a trabajar contra reloj, la clave para lograr ganarse la confianza de sus jugadores y toda la demás gente que lo rodea en Necaxa es muy sencilla: siendo transparente.
“Para mi Necaxa representa un reto muy importante, por que cuando llegue tenía la particularidad de ser un proyecto condenado, y ahora, nosotros estamos haciendo hasta lo imposible por que sea de otra forma. La idea es afrontarlo y conseguir el camino de la trascendencia y relevancia. Eso me motivo para aceptar dirigirlo, aunque he tenido otras experiencias y no sólo estar peleando un descenso, sino también estar peleando las otras instancias”.
Aunque a simple vista, parecería que a Sergio Bueno le gustan las situaciones extremas al repasar su trayectoria como técnico, sus palabras aseguran todo lo contrario, incluso, parecería que la tranquilidad es uno de sus ambientes favoritos.
“Me ha tocado agarrar equipos con dificultades, eso me puede hacer ver como alguien extremo, pero no es así. Admito he llegado a otros equipos con otros tipos de complicaciones, pero no de la magnitud de esta ocasión, pero haré todo lo que está en mi alcance para evitar que Necaxa no descienda”.
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