México reventó el partido ya entrada la segunda mitad con su pegada física más que con la futbolística. El Salvador se dobló una vez y se partió, con quijada y mente de cristal, lo demás vino en cascada.
Un 'hat trick' del 'Chicharito', el primero en su carrera profesional, fue un adornó de más para la ocasión.
El Tri cerró la zanja que abrió el conjunto centroamericano en la primera mitad, con un accidente de Efraín Juárez a los 54'. El todavía jugador del Celtic remató de cabeza un balón servido por Giovani, atajó el arquero Montes, pero rechazó al centró y en la caída Efraín anotó con el hombro sin querer.
El duelo cobró color para los verdes y se desdibujó de la peor manera, a partir de ese momento, para los salvadoreños.
Pero antes, en la primera mitad, la historia fue otra.
El balón fue del Tri, pero el número de llegadas a gol fue escasa y el juego de los hombres de José Manuel de la Torre, más bien, limitado.
El propósito de los centroamericanos se cumplió al dedillo, defender y no permitir un tanto en ese lapso. Si era posible atacar y no, no fue posible. Se pararon con todo atrás e hicieron gala de concentración y orden.
En el mismo nivel, pero en sentido contrario, los verdes mostraron un juego de conjunto sin pegada, lleno de lagunas y con poco entendimiento en todas las líneas en nada ayudado por el campo sintético del Dallas Stadium.
La única aproximación real de gol, por parte de ambos cuadros, se dio a los 37 minutos. Barrera descolgó por la derecha y centró a Guardado, pero Andrés empalmó mal el esférico y lo puso en la tribuna.
México no puede, generalmente, definir un partido de manera individual sea cual sea el contrincante, así que debió esperar un guiño de conjunción para desbaratar a El Salvador, basado siempre en su superioridad física. Los centroamericanos se fueron quedando en las marcas y dejando espacios.
Tras el tanto de Juárez, el rival se abrió en canal. Perdió la pista del equipo mexicano y dejó de ser un colectivo para pasar a triste comparsa.
Vino Aldo de Nigris, en los 12 minutos de furia del Tri donde consiguió cuatro goles, para el 2-0 en una jugada individual a trompicones.
Después todo fue "Chichashow", el jugador del Manchester United, tan oportuno y exacto en sus tiempos frente al arco, se dio un festín y enseñó su repertorio futbolístico letal.
Primero de cabeza a los 60', luego con el pie a los 66' y finalmente de penal, que a él mismo le hicieron a los 94', a lo Panenka. Un exceso o una muestra de poder, de cualquier manera, sin duda, sí de autoridad
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