Alto Voltaje

A finales de 1988, Enrique Fernández vende a los electricistas a Televisa con la idea de volver grande al equipo.En la temporada 89-90, al mando del técnico Aníbal Ruiz, inició la renovación con la llegada del ecuatoriano Alex Aguinaga, uno de los máximos símbolos de la escuadra rojiblanca en su inminente historia y que ha sido nombrado entre los mejores jugadores extranjeros que han venido a México.El Necaxa tuvo un gran torneo y calificó a la liguilla, donde fue eliminado por los Pumas en octavos de final.La directiva trató de atraer más aficionados cuando decidieron cambiar el uniforme clásico de camiseta blanca con cinco líneas rojas por un uniforme con un rayo dibujado y cambiando el mote a Rayos. En ese mismo torneo llegó el chileno Ivo Basay, que resultó un gran jugador en temporadas siguientes. Tras un torneo no muy bueno, el Necaxa, tampoco calificó a la liguilla.Para la siguiente temporada llegaría el técnico argentino Roberto Marcos Saporiti, quien marcó otra buena época necaxista.En el 92, Enrique Borja llegó a la directiva como presidente y decidió dejar a Saporiti como técnico de los Rayos, que se convirtió en un equipo fuerte, sólido y sumamente ofensivo.Ivo Basay fue el máximo anotador de la temporada, pero los Rayos fueron eliminados en la liguilla por el Atlante con marcador global de 5-2.La siguiente temporada el Necaxa fue eliminado por el América. Con ese resultado, Saporiti fue destituido y en su lugar la escuadra es comandada por Manuel Lapuente, quien contrató a Sergio Zárate, Octavio Becerril, el chileno Eduardo Vilches y José María Higareda.Tuvieron que pasar 56 años para que los Rayos pudieran alzarse con un título, derrotando al Cruz Azul en el Azteca el 4 de julio de 95, con un marcador global de 3-1.